jueves, 9 de agosto de 2012

Delatar un latido.

Contésteme,
yo la quiero.

No me conoce,
pero conoce todo lo que yo conozco:
sus cálidos ojitos de estación reciente,
sus manos dibujantes al hablar,
su autor preferido,
su vestido con pliegues exactos,
su aura de laguna o poema.
esas  formas del delirio,

La vida se me ha vuelto un teorema,
la he demostrado tanto en cada ruptura,
entiéndame.

Usted me hiere
sin saberlo
sin siquiera esbozar,
por un errorcito mágico y sutil,
una sonrisa que me diga hola
o chau
o no me mires,
de entre todas las costumbres y silencios que me deja
no sé distinguir la ausencia,
o simplemente ya predije con esto
mi irresponsable amor y la nostalgia.

Contésteme esta respuesta,
ahí están mis palabras,
perdón,
sus palabras,
porque no se trata ya de conquistas y retornos,
es más importante,
se trata de un amor que muere
como un espléndido migrar de golondrinas en la lluvia.

                                 (Escrito el 11/11/11 y no ocurrió nada, apenas esta nostalgia.)
***Columna publicada todos los jueves y comentada por su autor en el Programa Contracultural “Juventud y Vanguardia” (Radio Aurora 96.7) emitida los sábados y domingos de 10-12 am. Ver programa La luz de las ideas (sábados 9 am). Blog: cuadraturasdelcirculo.blogspot.com

Nictálope

No busques más en mi corazón,
se lo comieron las bestias.
Baudelaire.
Negaba ser yo mismo,
alma de nogal y sombras,
ser cronopio, luz austral del alba en esta selva,
hervor de genes y de furia, ser inca,
buitre de ideas, libros, fantasías.
Jugaba a ser un dios que en su perfección se pierde,
Y que resiste en su caverna…:
sus doce aristas punzaban la vida y la sangraban
y telarañas sujetaban mi infancia para evitar mi muerte
y así palpar el ágata de las primeras horas.

Sólo había desparpajo,
dédalos y límites y murmullos,
un oleaje que me traía ese amor fantasma,
ópalo extraño, vaguedad oscura,
dagas o palabras mías como tangentes
o ebriedad de escombros en mis días
-acontece que me miro años atrás,
pérfido, gastando una manera de gastarse,
mientras afuera los otros se agolpan hasta el hartazgo-.

(Estar así,
ser humo evanescente,
cenizas ya de un cigarro que es la vida,
ido luego, no, no, no te vayas,
quédate nauseabundo, animal, médula,
fuego y piedra o nada,
sin huesos, solo, mortuorio,
sin nadie quien comprenda tu abismo,
quédate a la deriva,
estate así, poeta.)

Y aleteó una mariposa en mi silvestre luna de latidos
Y sostuvo en mis manos el derrumbe del tiempo,
El Leteo inevitable de los sueños náufragos…
Sentí los universos del elefante y la tortuga,
pero estaba ya el otoño deshojando pétalos, desdibujando recuerdos;
Supe entonces del destierro y de la espada,
de la mentira del fénix corazón,
del éxodo fatal que es el amor en el olvido.
Crepúsculo sobre pantano: una tristísima luna estéril,
donde el ave cisne llora mientras muere.

Mi soledad consiste en desgajar los restos de mis restos,
soltar a mis demonios y mis versos,
dejar aquello que nunca fue mío: mi corazón anacreóntico.
Soy el nictálope,
el que esta por la que estaba,
 el que sobrevive a destiempo, el que se encadena en sus adentros,
encogido en el fondo fasto de su piélago, con su tristeza de árbol,
et toujours ce regard creux, comme si c´était s´il non son regard
sino el reflejo cabal de lo que queda,
con la desesperanza de seguir, oh nocturno, en los valses de mi sueño.
***Columna publicada todos los jueves y comentada por su autor en el Programa Contracultural “Juventud y Vanguardia” (Radio Aurora 96.7) emitida los sábados y domingos de 10-12 am. Ver programa La luz de las ideas (sábados 9 am). Blog: cuadraturasdelcirculo.blogspot.com

Luna y crimen

En el barro de las calles
gime un crimen maravilloso.
-Rimbaud.
La quietud de la luna y su consuelo,
el panorama de los elementos noctámbulos
y el río que me deja pétalos y estrellas,
encajan este súbito orden y la dilatan.
Y tú, aquella brisa inevitable, hallazgo puro que, tremebundo, borra las distancias,
irremediable octubre en que al fin percibo mis días,
como el vivo canto de los grillos, a lo lejos. No estoy solo.

El ya viejo exilio de tarde me susurra silencios y melancolías,
que se pierden en ti profanando dulcemente tus palpitaciones,
extendiendo tus paisajes inefables sobre la superficie lóbrega de mis huellas.
Todas las formas me persiguen. Pero soy niebla a sus ojos.
He rozado tu alma. Un oculto deseo se torna invencible,
ahora las horas transcurren por tus cabellos,
excavando la nocturna literatura que mis ansias remiten.

Para escapar de mis otoños acudo a tu voz de madrugada,
-es palpar lo inasible, detener un momento eterno,
a escondidas amarla, sólo así-
y resurrecto, vuelvo a mi cuarto, a las calles, ubicuo,
sin temor de lágrimas y tiempos,
porque la luna y el crimen de aquella noche infinita
eran la nostalgia que tu corazón extingue y habita siempre.
***Columna publicada todos los jueves y comentada por su autor en el Programa Contracultural “Juventud y Vanguardia” (Radio Aurora 96.7) emitida los sábados y domingos de 10-12 am. Ver programa La luz de las ideas (sábados 9 am). Blog: cuadraturasdelcirculo.blogspot.com