jueves, 3 de mayo de 2012

El polémico poema de Günter Grass

Günter Grass es el Premio Nobel de Literatura de 1999, el alemán autor de la genial obra El tambor de hojalata, un retrato de la Alemania de post-guerra, un aliento grotesco y necesario para todos los alemanes. El tambor de hojalata es de análisis obligatorio en los primeros ciclos de las universidades de todo el mundo (¿será posible que algún día la analicen en nuestras universidades de la región?)
Pues bien, Grass, el viejo Günter- como lo llamaría Victor Cabezas, mi amigo de años y de números-, ha publicado un poema en los principales diarios del mundo (desde ‘The New York Times’ a ‘El País’). Una parte del polémico poema, traducido por Miguel Sáenz, dice:
¿Por qué he callado hasta ahora?
Porque creía que mi origen,
marcado por un estigma imborrable,
me prohibía atribuir ese hecho, como evidente,
al país de Israel, al que estoy unido
y quiero seguir estándolo.
¿Por qué solo ahora lo digo,
envejecido y con mi última tinta:
Israel, potencia nuclear, pone en peligro
una paz mundial ya de por sí quebradiza?
Porque hay que decir
lo que mañana podría ser demasiado tarde,
y porque —suficientemente incriminados como alemanes—
podríamos ser cómplices de un crimen
que es previsible, por lo que nuestra parte de culpa
no podría extinguirse
con ninguna de las excusas habituales.
En primera instancia, espero que en alemán el poema tenga mejor cadencia. Ahora, según información de Iván Thays, “el editor y escritor Adolfo García Ortega analizó el poema y dice que está “lleno de soberbia e hipocresía”. Y por otra parte, la clase política alemana e Israel también han criticado al autor por el poema.”
El debate sigue, pues viene de un ex militante de las juventudes nazis, ¿habrá rezagos de su ideología antisemita? Yo solo quiero seguir imaginando al niño vitricida que anda por las calles grotescas de la Alemania de post-guerra.

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