domingo, 8 de julio de 2012

Ser crítico

Para consolidar una manera de pensar distinta, y quizá esto sea mucho todavía, entonces, para iniciar una óptica diferente: una visión dirigida, necesariamente, hacia los más terribles y calamitosos problemas de nuestra sociedad (por más sutiles que parezcan), es indispensable ser crítico. Entendamos esto.
Creo que ya es bastante conocida la diferencia que hay entre la crítica constructiva y la crítica destructiva. Por obviedad, optamos por la primera, y para no caer en repeticiones ineufónicas, la llamaremos crítica edificante.
Crítico no es aquél que te dice: “dime como piensas para oponerme”. En absoluto; crítico en primera instancia es “el que tiene el espíritu joven”, el que mantendrá su posición, adquirida por un entendimiento cabal de la realidad, hasta el final, sin importar que tu mejor amigo o tu padre piense diferente o sea corrupto.
Crítico es el que quiere reivindicar el mundo, la humanidad herida.
Si te dan asco las personas maculadas con politiquería y esa avaricia desmesurada que la acompaña siempre y dices en alta voz: “esto está mal”; eres valiente, como un buen crítico, pero sobre todo como un ser humano. No se necesita tener un cartón con la firma del presidente (sí, con minúscula) para empezar a cambiar positivamente la conciencia de las personas; eso sólo es una ficción.
Con crítica edificante, con Educación y con Cultura, estoy más que seguro, algo bueno tiene que venir, no mañana, porque es difícil, seamos sinceros, pero nuestros hijos se llenarán de orgullo cuando reparen en una sociedad valiente que frente a la injusticia, el abuso y la estupidez, aprendan a decir: “NO”.
***Columna publicada todos los jueves y comentada por su autor en el Programa Contracultural “Juventud y Vanguardia” (Radio Aurora 96.7) emitida los sábados y domingos de 10-12 am. Ver programa La luz de las ideas (sábados 9 am). Blog: cuadraturasdelcirculo.blogspot.com

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